miércoles, 9 de enero de 2013

Tacones lejanos

Ahora que siento que todo fue un sueño extraño, que nisiquiera llegó a ser pesadilla;
un mal recuerdo, que te encoge el corazón.
Como una esperanza que se disipó en el aire, que se deshizo sola, que llegó sin ser llamada, y se fue por voluntad propia.
Ahora que cuando miro atrás hay tantas cosas que me entristecen, las buenas y las malas, los actos de amor y los de la sangre.
Ahora que ando sola el camino, que me construyo metas que me saben a poco y además aún están muy lejos. Que quisiera que todo llegara pronto, y sé que tengo que disfrutar el camino. Sin aferrarme, sin abrazarte. Y sin compararme con nadie.
Que me pierdo, que me encuentro, que me caigo, y me levanto.
Que todo es tan difícil, y no puedo reprimir el lamento.
Y me contradigo, porque quiero vivir por dentro, pero luego me abandono a la primera mirada.
Y tú eres etéreo, desconfiado, distante, y yo no puedo, yo no sé, la eterna adolescente,
pero no me quedan fuerzas para seguir donde no me corresponde, ni para salir de esta maraña.

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